Corrí ciego hasta caer en el gigante charco
los muros de ladrillo curtido por la resistencia,
esas aguas son un dios marrón
que juega a tragarse restos de la ciudad imponente.
Caído, caído como ave cual un buitre le devora las alas,
el río me lleva y me encuentra en un lecho muerto,
de restos infinitos del misterio,
engranajes y metales que nunca más serán anhelados por los deudos...
El río me traga, y ya nunca será igual, sólo recuerdos
sólo el barro entre el barro...
miércoles, 25 de junio de 2014
martes, 3 de junio de 2014
Y cuando el sol se enterró vivo, dio origen al
Infierno
(algunos dicen que en el punto medio exacto de la
tierra; confirman con su teoría que el mundo es el infierno, y al paraíso
perdido lo puso a salvo un dios en algún sitio desconocido. Sólo se sabe a
ciencia cierta, fuera de la tierra).
La gran estrella que abrasa, ilumina y engendró su
luz en la violada Luna, sólo es una copia apócrifa del Justiciero ajusticiado
por su amo. El dios aleatorio lo puso de señuelo, para que los habitantes de
este paraíso imperfecto creamos que es el que nos da la vida. Sólo los que se
percatan de ello no caen en su trampa, y observan con ahínco el regazo de la Luna,
madre de la luz fugada.
Prisioneros de la noche, a ella volvemos y para quizás alguna vez en ella encontremos el paraíso y nuestro padre… Oscuro
el mar, salado…
Quizás la sal (estoy seguro) es la ceniza que el sol
(renombrado Lucifer) devuelve de los males purificados, quizás la vida sea la
sal de la tierra que nos conduzca al paraíso escondido…
viernes, 23 de mayo de 2014
Así tú me has lanzado
con los rayos mortales
que andan bailoteando en tu mirar filoso...
Volando me veo como flecha que arde
para quemar de lujuria
las cavernas en donde nuestras almas
baten sus alas
en la penumbra de nuestra Luna,
allí donde la piel se juntan,
donde el sudor se besan,
donde el amor encadenado en lo oscuro,
es nuestro prisionero sin final.
con los rayos mortales
que andan bailoteando en tu mirar filoso...
Volando me veo como flecha que arde
para quemar de lujuria
las cavernas en donde nuestras almas
baten sus alas
en la penumbra de nuestra Luna,
allí donde la piel se juntan,
donde el sudor se besan,
donde el amor encadenado en lo oscuro,
es nuestro prisionero sin final.
viernes, 24 de enero de 2014
lunes, 23 de diciembre de 2013
La Muerte acecha
buitre verdugo
ciñendo su corona en mi cabeza.
Muerte, aguardá a la felicidad
que se adelante a tu llegada.
Muerte, no le pidas a la Vida
que a vos me entregue
¡tengo que hacer el amor con Ella!
No te metas en mi cama
¡porque allá la Vida dibuja sus cuadros más bellos!
Escuchame, y huí,
hasta el día que te llame
con la reconocida voz de mi gatillo.
Muerte: esperame algunos años
dejá que decida yo nuestra cita .
Ya que Vos te arrebatás todo lo que amo
con el perverso fin sólo de seducirme,
Muerte maldita Muerte
¡Yo seré quien decida nuestro encuentro!
buitre verdugo
ciñendo su corona en mi cabeza.
Muerte, aguardá a la felicidad
que se adelante a tu llegada.
Muerte, no le pidas a la Vida
que a vos me entregue
¡tengo que hacer el amor con Ella!
No te metas en mi cama
¡porque allá la Vida dibuja sus cuadros más bellos!
Escuchame, y huí,
hasta el día que te llame
con la reconocida voz de mi gatillo.
Muerte: esperame algunos años
dejá que decida yo nuestra cita .
Ya que Vos te arrebatás todo lo que amo
con el perverso fin sólo de seducirme,
Muerte maldita Muerte
¡Yo seré quien decida nuestro encuentro!
domingo, 15 de diciembre de 2013
Han caído en la aceras
Un ala agita su última agonía
Y una vela negra sin viento
queda a la deriva de la piedra.
Veo, sin horror o indiferente pasar
Entre los ruidos sucesorios de las bocinas,
Los carros con su infeliz caballo,
Los pasos que rompen los años y vuelven a resucitarla,
La soledad infinita que se renueva y duerme,
Un cable serpenteando entre los postes
y vos allá, sentada, en tu refugio de teclado y música,
vos y tus ojos que me absorben,
vos y tu piel blanca que me incendia
vos y tu voz, tu voz de vos
tu palabra que me penetra
que me rasguña
y volverte a escuchar, otra vez.
y vos allá, sentada, en tu refugio de teclado y música,
vos y tus ojos que me absorben,
vos y tu piel blanca que me incendia
vos y tu voz, tu voz de vos
tu palabra que me penetra
que me rasguña
y volverte a escuchar, otra vez.
domingo, 3 de noviembre de 2013
Sobre el manto de mi
alma endeble
ráfagas de tristeza arremeten sin tregua
pateo ramas caidas sin verte
y me desvanezco en el fuego que me arrulla en mis cenizas
Podras ser vos la debilidad que pesa?
La ceguera que irrumpe en mis manos?
El llanto que golpea mis paredes?
...El frio que desnuda a mis huesos
aún tibios.
ráfagas de tristeza arremeten sin tregua
pateo ramas caidas sin verte
y me desvanezco en el fuego que me arrulla en mis cenizas
Podras ser vos la debilidad que pesa?
La ceguera que irrumpe en mis manos?
El llanto que golpea mis paredes?
...El frio que desnuda a mis huesos
aún tibios.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)