Los días se agitan leves en las ramas de un dios
 que se bambolea en raíces que a poco se van secando
y yo ,que he dejado mi alma ciega 
camino sobre el aire y tomo de los mundos de ocasión
 un trago de todas sus copas opacadas.
cuando se derrita el universo y sobre mí 
sus restos busquen cubrirme en lluvia de escombros,
 de oro y nieves, de troncos y tierra,
ese momento que yo salga y busque tus palabras que me indiquen 
otra vez de siempre,
las pistas de mi imagen quieta
 que espera serena mi regreso y mi partida.
dejo semillas del árbol muerto que lo hace aparecer
 hasta que se llene el mundo.

Y la Muerte lo llevaba amarrado
flotando en un río de agonia donde se había entregado de cuerpo y mente
Alma criminal de la conciencia que ya festeja al.pie de este escenario.de sombras,
Tu mano que apunta apretando con furia la furia, queriendo triturar con odio el odio,
Como congraciarse con el verdugo nuestro,
fuegos propios que en rebeldía intentan quemarme.
La muerte deja jirones de su capa empolvada de alaridos, manchada de sangre sudor y hedor y perfume,
se aleja sorprendida y angustiada ,
le ruega al río que la alberga
en sus agujeros de luz de Luna
que esta noche la.espere durmiendo …
Y la cuchilla de su báculo hoy brilla para señalar la ruta de los demonios
bailando con los santos.

y el eje
se hizo columna que atraviesa el corazón de Dios
hueso deicida que condena a la cruz en el valle de los bosques ,
la guitarra ha quedado desnuda y la cuerdas estrangularon
algunos acordes que en la tiniebla resucitan al bienvenido...
ha muerto el genio, pero el infierno se apaga y el cielo se calcina...
ha muerto , dicen los grandes primitivos de Chuck y Bon,
y la batalla se revolvio en fiesta de tormenta letal...
oceanos que se desfondan y los peces son nuevos demonios,
el infierno baila y calcina al Sol  , la Noche entra temeraria,
en marcha de truenos nuevos, el César ha llegado , ha vuelto...
es Malcolm, que hace encarnizar hasta el orgasmo carnes y esqueletos.
Hay música en los infiernos altos,  es Malcom que pintó de negro y rojo los cielos nuevos.


FOR MALCOLM YOUNG, FOREVER...

crucé sin saberlo, ( el pensamiento estalla en esquirlas  desafiladas y podridas)
una sola senda sobre la tempestuosa ruta del cielo que destiñe y envejece...
el duelo a fuego lento de los seres encornados ,
 sin ojos se disuelven sobre el  fangal  del grito herido...
sale y sus zumbidos son alas de moscas que me siguen ,
sólo esa piel que asfixia almas  poseídas una de otra.
Aúlla la mente , al borde de una loma que empuja a las ramas quietas,
 como una teleraña atrapan  pedazos de Luna viva,
y ese aullido se monta en pequeñas luces,
bailando y saltando en danza solitaria,
casi triste, casi final y casi viva...
casi ya suspiro.
casi...

Y se caìa por un puente mutilado a una nada invisible

 alma remendada cual Arlequìn agonizando

entre bambalinas de nichos y cruces opacas.

Un solo golpe mudo perdido entre crujidos  de hojas oscilantes.

Y la piedra se enfría  o se hace espejo de resplandores ignotos

Llora una sombra lejana que tiñe al pasto quieto,

Sòlo un cuadro que se observa un vacío

y la luna exhala su cràter final…

todo yace y reposa,

 amarillento y finalizando,

 pasaje que se cierra momento por momento…

es  ya la hora, y es el hueco ya cegado y desconocido…

...y las remotas copas que esconden  el encierro de la euforia y el  llanto
la ennegrecida mesa que migra por postales de nuestras vidas bajo lumbres 
el centro justo de las noches que recurren cuando agonizan las manos y 
las palabras mueren enterradas al olvido.
Así dentro de una lágrima que alberga esa piel mojada,
ese opio que de a poco empaña el aire,
a través de los surcos de lengua una visión ,
un azote crudo que resuena en mi olfato de selva,
y ese color entonando las manchas de tus lunas
cerrojo de cristal aguerrido que alumbra,
el rito...  desde las gotas del tiempo que sigue llorando.

debajo de las gotas mis manos abiertas
como recolectando sangre para descongelar mis caudales huecos
y tu estatua viviente que desde arriba evapora manchas de Luna de anoche...
son los crujidos inaudibles de los pétalos mojados que te cubren...
y sin quererlo, la piedad rebelde, en fuga,

arremete con su filo y corta mis dedos que durmieron sobre tu espalday tus senos tibios...sería imperdonable desgajar esos tallos firmes,llover sus fragmentos sobre esa piel que en blancodesea cubrirse de ardor, de humedad y de cansancio...desde la dureza áspera del asfalto,yace mi piel semimuerta y un viento de allí la flamea,quizá la lluvia la alivie de heridas y el viento se estremezca...