sábado, 14 de enero de 2012

Tambaleando sobre el hilo
que la Luna dibuja sobre la cornisa invisible,
grandes rìos de hormigas negras que devoran
el ùtimo resto de alma al Alma moribunda.
Ha quedado nulo todo deseo de resurrección,
Toda resignaciòn es sòlo desesperación
hasta morir agonizando en un grito eterno,
voz espantosa en donde habla toda condena a Muerte.
Serà por eso que se apagarà un dìa el alma de todo Dios,
y la Madre Tiniebla recuperarà todo resuello de misericordia maldecida
por ella.
El Mundo que todo lo ha matado
por su complicidad con el Verdugo,
no serà salvado por su razòn seductora
-propia tentaciòn al error de la vida mortal-
el error de Dios burlado por el àrbol del Demonio de dos caras…