martes, 7 de junio de 2022

 En la indescifrable quietud de la nada que rodea lo todo , la luz se va alejando con destellos últimos,

Un resplandor muriendo o ya muerto que se marca en la carne del alma vencida...
Solamente un Vaivén lento que se fuga en el aire mudo...
Y si el tiempo que a veces no es piadoso ( muchas veces se va sin dejar hilos que señalan).
Se acuesta en el lecho enrejado, de ramas secas que dan el crujir de los segundos , de los relojes que se detienen, de los ecos de la hora que nunca deja de llamarnos al oído y por cada nombre que regala...
Hasta la asfixia de la llama que deja copular con la corona de la tiniebla...
Desaparece y el humo se diluye hacia la hilacha ya hecha recuerdo sin memoria, y sin moverse , palabras perdidas , al viento del azar enorme.

 a E.G.

De ese peñasco donde nuestras vidas
bordeaban el precipicio eterno del goce y del miedo,
cuando un rayo mortuorio de luna caída
llegó a alcanzarte y te ha robado hacia el jamás...
cuando será el momento
que nuestros abismos coincidan en el punto del abrazo,
en nuestra desnudez drogada de incredulidad,
en la humedad del respiro ansioso
en la lágrima que se desliza hasta mojar tu ropa sobre el suelo...
jamás cuando..quizas venga la Muerte ,
quizas vos, quizas nunca, o siempre ,
o algun dia o Noche,
o vez, o nada...