sábado, 8 de enero de 2022

 a E. L. G...

Extraviado, en el monte invisible de sus manos ,
sus manos con dedos de junco fuerte en las aguas bravas,
manos de reina que me condena a muerte cada noche,
manos de Angel Negro que sabe de la dureza de la piedra lapidaria,
manos de hierro en la velocidad y el vértigo del camino día a día,
manos que tejen los retazos de luz
que sus ojos tristes reflejan de la Luna.
Sus manos suaves de roca y musgo ,
que me asfixian y estrangulan el alma que la grita
-que ya fue arrancada del encanto del sonido de sus manos-
del eco del mar que en su sangre guardan sus manos...
Sus manos que cerraron el candado de mi mente libre,
sus manos de tenazas que no dejan de oprimir mi espíritu
en llamas, manos que se queman ,
manos rotas sin agua...
manos que dibujan y pintan su risa en estas paredes ciegas...
sus manos...