martes, 4 de agosto de 2015

Escuchó mi aullido agotado, lejano y viejo
Mientras el manto de su pelo 
bailaba agitando una música atormentada.
Y se ha desgarrado las carnes para poder llegar,
más bella que nunca 
a romper el hermetismo del castillo oscuro y frío de mi alma,
Tal y tanta es su ternura que ha explotado e
incendiando cada piedra de mis paredes por ella profanadas.
Será por aquello que no la dejo ya escapar.
Será por eso que La amo…