lunes, 28 de noviembre de 2016

Un camión casual

Cuando el último operario salió,  Flavio se sentó y al fin sintió en su mente un alivio a tanta ansiedad. Despejó el escritorio de cosas de trabajo y acomodó un par de sándwichs que sacó de la heladera junto a una bebida de naranja.
Mientras se dispuso a comer, empezó a escribir en su teléfono . Era un mensaje para un amigo para decirle que la operación del día de mañana estaba lista para realizarse. Observó desde la ventana lateral de su oficina semioscura el extremo opuesto del paredón de la fábrica. Sólo había un gancho en la pared que enrollaba una manguera y su auto parado en un costado y el portón en el otro extremo.
Como primera medida de su plan, llamó a Laura y le comunicó que esa misma noche se tomaría un vuelo para la ciudad de Catamarca, allí lo esperaban unos ciertos representantes de importación. Era urgente y de imprevisto  dijo. Después prendió un canal de noticias y se puso a escuchar algo mientras acomodaba  un portafolios de cuero. Guardó varios documentos que sacaba de los cajones del lugar. Cuidándose de que nada estuviera olvidado, cerró la oficina y se dirigió con paso rápido a su coche. La fábrica quedó sólo con los vigiladores mirando el portón que cerraba atrás de él.
2
Flavio tomó la autopista hacia La Plata y avanzó en el camino. Le había dicho a Laura que se iría a Catamarca. Era un viernes y ya las  19 : 10 hs. Su casa estaba sola y dejó sus perros al cuidado en la casa de su madre. No tenía familia, así que las cosas se le hacían más sencillas para ausentarse.
La ruta se oscureció y por espacio de cuatro horas no bajó del auto. Al fin se metió en un camino de tierra lateral , e hizo 25 kilómetros en una ruta sin señalizaciones y oscura . El bocinazo sonó cuando divisó la casa a través del alambrado. Entre los ladridos de los perros, Marcelo salió a abrirle el portón de hierro y el auto apagó las luces.
Entraron y se sentaron en una mesa de madera rústica, en el gran comedor de la casa sencilla.
Flavio se sirvió el segundo vaso de vino y empezó a hablar.
_Marcelo, esto es lo último que queda. Tiene que salir bien sí o sí. Sino, olvidamos este asunto, no creo que se plantee de vuelta así tan oportuno en mucho tiempo. Hay que aprovecharlo. Laura cree como dije que estoy con vos en Catamarca. ¿Ya destruiste tu celular?
Sí.
-Listo. Nos manejamos con la flota de éstos otros.-Abrió el portafolios sobre la mesa.- Estos son los comprobantes , todos los recibos de las últimas entradas de la semana. De acuerdo como te dije, retrasé su registro y no está contabilizado. Los tres camiones descargaron todo en el depósito de allá , todo lo tiene al cuidado mi hermano.El resto está filmado y saldrá la semana que viene. Fue buena tu idea de entar encapuchado , el revólver, el coche viejo, como te fuiste en el camión. Solamente quedó registrado un robo, los otros dos camiones fueron directo para allá. Del monitoreo se encargaron de desactivarlo en ese rato. Los otros dos camiones nuca llegaron allá, y la unidad registrada en la cámara fue desactivada en el camino hacia nuestro depósito. Es decir, para la policía existe sólo un robo, mientras nunca ingresaron a la fábrica los otros dos.
-¿Y el faltante de la mercadería de los otros están bien cubiertos ya? .
-El viejo se encargó de borrar todos los registros. Esa mercadería nunca existió .
- ¡Muy bien!- Concertaremos  liquidar todo para la salida y nos veremos en la Ruta de Chile .
Así comenzó este plan de una estafa que prometía dejar en la riqueza a los tres.
Flavio de allá en más después de volver a cargar combustible se dirigió ávido hacia el paso de Cristo redentor, en Mendoza, iban a huir a Chile y allí afuera recibirían todo el dinero  vía transferencia bancaria . Un plan perfecto , nada podía suceder que lo truncara o que alguno de ellos fuera descubierto antes de tiempo. En la ruta que atravesaba de noche divisó unas luces todavía lejos que le dieron una alarma.
En la cercanía vio sobresaltado como el camión, que venía en vaivén por ambos carriles, se le iba encima a punto de embestirlo. Juan atinó en un acto de película, a girar el volante repentinamente para la derecha. El coche mordió la banquina y cayó haciendo tres tumbos en el desnivel de unos 5 metros hacia abajo, y dando un estrepitoso sonido de chapas y hierros se detuvo en una charca . quedó parado sobre  el chasis destrozado. El airbag que salió del volante amortiguó el golpe, hizo que Flavio  quedara sólo agonizando. Su amigo yacía muerto a tres metros, decapitado y regando de sangre un arbusto .
El camión se perdió en la profundidad de la ruta y la noche negra y mortal.
Mientras Laura cocinaba, recibió la noticia , Juan, el gerente, estaba muerto en Chile, y su marido muriendo en el hospital regional…
El plan había salido  casi redondo, casi. Mientras ella iba para la casa de su padre desesperada, recibió otro llamado. Círculo cerrado.
(El camión que manejaba sus cómplices logró su cometido a la perfección. Laura disponía, sin que nunca se pudiera sospechar de ella y su amante, de una fortuna mediante blanqueo del gran botín . sólo pensó, pobre Flavio. Marcelo era experto en manejar camiones y ahora se reunirían en Buenos Aires: para darse unas buenas vacaciones ni bien pasara un tiempo prudencial y la viuda hiciera un duelo)…