domingo, 5 de abril de 2015

Y te vas, has dejado tu carne temblorosa
y el dolor desmembra mi alma o tal vez la entierra viva.
Te vas al Cielo Negro, con 
restos de ecos
y aquí, entre tu piel egoísta
besos invisibles se arrastran y se golpean.
Sólo ha quedado aquí un aroma ,
se percibe cuando nunca lo presiento.
Sobre la punta gastada de la cruz perforando la Luna,
resuella una forma imaginada 
que sólo será tiempo desnudo…