Todo lo que parte , se hunde en la marea negra en la que no existe fondo ni superficie, 

Allá donde mata todo recuerdo y la mente vuelve a ser un campo estéril, resecado, muerto... Infinito como la nada de una selva cuyas cenizas ya le cegaron  el cielo , donde el viento se fue abandonando todo...

Los más duros tiempos en que el alma queda dentro de una burbuja de acero , prisionera y a la deriva del día , de la noche que llora , 

del galeón fantasma que ya se desvaneció para siempre,

donde la cruz es de tumbas clausuradas y no hay madera que  pueda dibujar su sombra,

ni que allí descanse la Muerte,

 ya que un dios la capturara y la dejare clavada en mil cruces del valle sin final...

 Fueron en sus momentos cuando

brotaba el agua escondida 

desde el barro 

en el lecho seco de los ojos cegados...

encontraron que se evapoaraba la tierra y que se iba en cenizas 

pestilentes ,

de las fosas de fuego , 

y las raìces morían en la inaniciòn, en el escarnio...

Lloran y caen 

sobre los fantasmas sucios de recuerdos de lunas muertas ,

exangües,

esas imàgenes encrudecidas que sòlo saben matar 

toda concepciòn de dicha indefensa..

esa pasiòn asesinada, 

y ya sin infierno ni paraìso, abandonada desde la crueldad

del sol a la nada y nada...