viernes, 30 de diciembre de 2016

Los murmullos se cerraban como una boa comprimiendo tu imagen
y un fósil de mi recuerdo de tu ultima caricia se hunde en los alambrados de
mi mente.
Allí estabas, en mi barco encantado soñada
 entre la sal dulce de mi imaginación,
 mis manos que  aprendieron a arrastrarse en vos
a  mis dedos que se arrepienten de malos versos y han de redimirse...
y vos, y yo y los ecos grabados en las paredes de un espíritu partido en dos
nombres,
 La vida enérgica, joven, virgen, fresca,
mientras jugás con ella y la rodamos juntos sobre las telas,
las curvas, los olores y el suplicio de leer tu nombre en letras de hueso y carne.
La ciudad desborda sobre el mar como lluvia de escombros ,
y allí naufragamos y volvemos,
donde el tiempo sortea Lunas...

sábado, 3 de diciembre de 2016

Y bramaba su nombre en el rellano cruel de un camposanto de arena
un cordero degollado agoniza al sol y maldice su nombre
que profana la sacratísima noche embrujada.
Desde una ventana abierta en la altura corría su vista
 hacia los montes de piedra y flores secas,
Y era un aire helado que mágicamente cerró el tajo ,
 y el cordero revivió entre las luces festivas del sagrado bacanal .
(todo a las tres noches que volvió a los paraísos sabrosos,
profanos, pegajosos de sangre, sudor y aullidos).
Los vuelos entre cuerpos tibios que asegura el  regocijo,
el infierno obnubilado,
el aire que perfuman los cinco sentidos ,
 y preparan el sacrificio del sexto,
 condenado por rebelde  y por conciente de que la noche se termina,

y morimos…