sábado, 17 de septiembre de 2016

Y llegaban arrastarando sus bultos polvorientos, sucios y gastados
Una procesión que en ronda hacían rodar un alcohol barato
Mientras la noche en el suburbio cubría con  su capa abotonada por la luna
Esa lejanía entre la cápsula y el eterno que estaba ya aburrido de ser Dios,
Y Lucifer paseaba por los prostíbulos
sembrando desesperanza y odio
para continuar así la divertida escena cinematógrafa.
En la ciudad que oxida sus techos, su mundo de hierro y aguas venenosas
regala su festín para los desamparados del amor
que encontraron su mando
 y su ejército de facas y tubos de estaño que relumbran bajo los recovecos,
brazos que se cubrieron de sudor destilando desechos de olvido,
agitándose como intentando levantar vuelo

dentro del espejismo subterráneo y amarillento…

viernes, 9 de septiembre de 2016

Y ahora falta para esto…
La noche que se ha enterrado viva en un moribundo
agonizó su resplandor de estrella falsa
 en el filo de una navaja que quedó sobre la carne.
Desde el círculo que se cierra ,
 la autopista,
el viento que saluda por las ramas que se agitan al nuevo cadáver,
haciendo sonar su réquiem de calle marginal,
de paredones manchados por huellas de hogueras,
de las ratas que disputan a muertos con ojos de vidrio
las últimos restos en la basura que reina ,
desde los orines que camuflan el ardor de primavera.
Y allí, sobre un cajón de manzanas,
se sienta reposando sus andrajos
la mano es una tarántula
y el ojo la brasa de un cigarro que olvida la luz de los faros.
Allí están, en la otra ciudad,
 la que sólo habitan los restos de una ciudad lejana…

Cerca

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Acompañas como un verdugo tatuado
y sales cuando mi espíritu se sobresalta
mis musculos estallan hasta rendirse a tantos ecos indemnes.
Tú que tiemblas ante mis gritos de agonía furiosa
Tú que lastimas
 o eres más bien triturado sobre un lecho de vidrios sangrantes
tú que quieres ser cruel
 y me arrastras sin poder destrozarme en la piedra filosa
 dejando la Luna carbonizada en vano formas hogueras…
y tú caminas hacia el reflejo aún caliente,
tus dientes se encostran de arena fina
tú, tu sonrisa grotesca sólo es grito en un rostro que implora
pero el aire se ha vuelto granizo
tu palabra queda petrificada
en un bosque de gacelas cegadas por tus propios cuervos…

tú. Ya tú, la nada y el olvido…