Cuelga de un barrote avejentado en lo alto,
Agonizando como si la sombra que lo cubre no mitigara el suplicio,
Vieja alma arrugada que se enreda en los huecos de sus propios ojos arrancados,
Eleva tu voz , no mueras sin cortar tus manos ,deben pudrirse  en el lecho de ese río , como  espinas de peces vengadores hacer agonizar al verdugo en la tierra inundada…
Beber y gritar en la noche sobre las mesas que redimen las congojas inundandolas de rio manos y ojos,
Cegados y mancos para que la marea te arrastre a un desconocido paraíso donde el diablo sea un compañero de copas y fundirse en las carnes que todavía transpiran
Pero siempre cruel , siempre revivido y matando a la Muerte …

El fondo del paredòn era bañado por làgrimas de fantasmas 
que brindan sobre una mesa de piedra olvidada,
reverdecida de musgo en la soledad oscura.
voces que ya son ecos en el sueño ,
y los renacidos en los reflejos que clavan 
las estrellas en las hojas que crujen como el fuego crepita
cuando las consume, sol maldecido...
 escucha el hombre triste 
durante la inconmesura de los campos azules,
atrapado en el cristal invisible que despega cual reflejo migrante hacia
las praderas secas de tanta noche triste...

Llama al Arco de la visión que levita 
en los mares hirviendo 
como racimos de perlas secas
que se observan desde la arena muerta.
Se esconde la Noche debajo de la piel 
y la sangre se tiñe de sombra de estrellas planas…
Muere la sombra oscilando en el recuerdo 
inalcanzable y borroso,
Vislumbre de pasado que huye sin regreso, 
sin futuro y sin esperanza que resucite…
Absorbida tiniebla vacía que se rompe muda,
Olvido…

Es un segundo congelado ,
violeta de frío eterno que se derrite dentro de un alma quemada,
Un transhumar de palabras mutiladas con la cuchilla
de una lengua que sangra retorciendo a la Luna que derrama lágrimas de tiempo seco,
corriendo en los huecos abandonados , escapando…
Como rincones tapiados que apagan en la Noche triste,
Una noche mentirosa y replicada que nunca se redime,
Solamente se rinde y se abandona engañada…
En las cumbres que esta ciudad construye cual cerros de los restos.  la rebelión a la selva caída, la obra del Demonio coronado
En este templo gigante y girando.

Anochece y se encuentra en cobijas desparramadas
sobre  un colchón de polvo de luna..
una noche más , una cuota de vida entre la vida que corre...
ha ocurrido que si levanta la cabeza
descubre un halo y los pasos de la gente pisoteando
la magia de la soledad,
es conveniente arrancar la hierba como se arrancan los ojos
y que la desnudez de la tierra oscura sea similar a un cuerpo mojado,
robando ropajes , desvistiendo la ciudad.
Mirar a su balcón ,
a la ventana teñida de luz azul en la esquina del pasado,
hacer rodar la mente sobre el aceite, entre los faroles
y el humo ajeno y propio,
retornar vivo y palpitando...

Es el Tiempo…
Es la maldición estúpida y la lucha arrojada al precipicio del fin…
Solamente es la estupidez de aferrarse al estribo que se parte con las horas…o los segundos que escriben y mueren…
Es el día y la Noche que regresan el alivio de saber que somos y seremos sin saberlo.
El fuego frio Que derrama la luna sobre la.inercia meditada que rompe el recuerdo de los futuros que mueren y mueren. 
Un ardid de tempestad de espíritu y las manchas debilitadas que insignificantes se disuelven en las hojas sobre el piso y sobre el.agua estancada , hasta la tierra y el olvido…

mentirìa finalmente si dejo ver que a vos me une tu cuerpo o su contacto...
si el lecho pedregoso de tu mirada de làgrimas quietas 
confunden un puente de maderas tibias ...
serìa obsceno engañar mi voz y hacer escuchar que sòlo esas palabras imitan orgasmos o funden desinteresadas un
a metàfora invisible...
solamente nos arrojamos y la sangre nos empapa en oleajes inciertos y peligrosos,
dos vidas que se alejan y entre sì no cesaron de lucharse a hierro y fuego,
almas calcinadas entre los vientos que disuelven en humo de nubes que tapan la noche...
regresando con cadenas rotas de años, de oxidadas prisiones que se derrumban y caen paradas 
como el mundo que se cuenta con los dedos de una mano ,
el sueño del fantasma que corre y sobrevuela sin permiso ni culpa...

la piedra la veo desde abajo, quiere cegarme pero sin poder cubrir la Luna sagrada ni la resaca del sol que estùpidamente intenta ser visto como bello.
corre la cuerda de mi cuerpo como una bomba de tiempo,
y a secas que puedo entender que sin ese brillo azulado
sobre mi piel , podrìa encontrarme perdido para siempre,
como la piedra de un muro que cae al fondo del rìo turbio...
sòlo un fragmento de esa película que grabó en mi mente
con sus uñas de tridente en rojo 
y que gira en vuelta sin final,
asì puedo reencontrarme genuino y vomitando interminables carcajadas,
empiezo a escucharme y al espiar por la piedra,
tu cabeza asoma por esa Luna bajando...