miércoles, 7 de octubre de 2020

 En la cumbre de la noche yo

miro desde un peñasco

desconocido de la Luna que me cubre

con su luz prestada de sol vencido...y sòlo necesito creer

que la Muerte me toma 

y me encierra en una  celda ciega de tierra y cruz profana...hasta caer

sin alas ni paracaìdas a un mar helado de fuego, 

donde madero que flota  se hace sal y carbòn,

llevando mi ser a la Isla de Locura Desierta ,

abriendo los ojos resecos y caminar ciego 

por el calor de su roce azul y negruzco abismo...

A revivir, bailando desnudo adentro de mi mente promiscua,

 ansiosa de la tierra y sus efluvios que me bañan,

aquì, donde mi respiro y mi fuerza la lleva 

chorreando suspiros y gritos tronando...


cubre