jueves, 25 de febrero de 2016

Cuando salga del hormiguero ,
el árbol será un dios coloso inalcanzable. 
En mi lento paso esquivaré tropezando los terrones y las piedras desgranadas,
mi cráneo será petrificado por el aire que me aplaste 
y en vano me entierre. 
Si quedase el vidrio amarillento sobre un cuenco vacio, 
no dejare de aletear, furioso, hasta que la rama sea mi cumbre eterna...
Asi sea que el sol se rinda a mis ojos de naufragio 
y sea yo

fuego que entibie al Lobo y que incendie la luna muerta...