El hombre en la piel del animal: un análisis sociopolítico de la intercultura en el sentido antiutópico del Cuarto de los viajes de Gulliver y de Rebelión en la granja.
Diego Colombres, ISP Dr Joaquín V. González, Buenos Aires
En este trabajo haremos un análisis de la distopía y la incidencia de ésta en el marco sociopolítico con su consecuente puesta en evidencia a través del fracaso del componente utópico, protagonista y fin preliminar de toda lucha de clases y la disputa de las masas para obtener el control del poder y las leyes. Desarrollaremos para esto una comparación entre el Cuarto viaje de Gulliver ,”Viaje al país de los Houyhnhnms”, los caballos dotados de razón de la novela Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift y Rebelión en la granja, de George Orwell, una sátira de la revolución rusa de “Octubre” en 1917.
Jonathan Swift nació el 30 de noviembre de 1667 en Dublín. Huérfano de padre, tras seguir estudios en la universidad de Dublín, abandona Irlanda y se establece en el condado de Leicester, donde reside su madre. Allí trabaja como secretario de William Temple, importante político de la época que será su protector durante diez años. Regresa a Irlanda en 1694, donde se ordena sacerdote.
Entre sus obras más importantes se destacan Historia de una bañera, Una modesta proposición, reseña genial de la satírica donde propone que para terminar con la pobreza, los niños pobres podrían venderse como carne para así mejorar la dieta de los ricos. Su obra maestra, Los viajes de Gulliver, es publicada como anónima en 1726, siendo la más genial referencia satírica hacia la política inglesa. Autor de varios textos políticos y ferviente defensor de la política social, muere tras un largo período de demencia el 19 de octubre de 1745.
La historia del “Viaje al país de los houyhnhnms”transcurre a partir de que Gulliver, capitán de un navío mercante, es puesto prisionero por su tripulación y abandonado en una isla, donde descubre que ésta está habitada por caballos dotados de razón y hábitos humanos y los cuales tienen como bestias y para sus tareas a los hombres, denominados por ellos “yahoo”. Gulliver convivirá con los caballos y creerá haber encontrado la sociedad ideal, hasta que su expulsión de la isla lo devolverá a Irlanda, donde nunca más querrá relacionarse con sus pares humanos y vivirá rodeado de caballos, olvidando así incluso a su familia.
George Orwell, cuyo nombre verdadero era Eric Arthur Blair, nació en Bengala, India, en 1903 y murió en Londres en 1950, víctima de una tuberculosis. Era hijo de Richard Walmesley Blair, funcionario británico de la India.
En 1904 se establece con su madre y hermana en Inglaterra, donde comienza a escribir desde ya muy temprana edad y es publicado en periódicos de la universidad. Al no ganar una beca para ésta se ve impedido a continuar sus estudios y vuelve a la India, donde se desempeña como administrativo de la Policía Imperial India.
En la década de 1930, declarado socialista, viaja a España y se pone del lado de la milicia marxista contra Franco. De esta experiencia escribirá Homenaje a Cataluña, publicado en 1938. Durante la Segunda Guerra mundial trabaja como periodista para el BBC de Londres y el Tribune, donde es redactor literario de 1943 hasta 1945. Hacia el final de la guerra escribe Rebelión en la granja, en 1945, con un notable éxito. En 1949 escribe su otra obra maestra, “1984”. Tras la muerte de su esposa, Eileen O’ Shaugnessy en 1945, vuelve a casarse en 1949 con Sonia Browell, pero su matrimonio tendrá muy corta duración ya que Orwell morirá de tuberculosis el 21 de enero de 1950 en Londres.
Rebelión en la granja trata sobre una granja de animales, los cuales se rebelarán contra los hombres y tomarán la posesión de ésta. Tras un intento de formar un sistema de igualdad y justicia, los animales serán traicionados por sus pares los cerdos, que los explotarán y los esclavizarán de una manera peor que el humano, finalizando con la concertación de un acuerdo entre los cerdos y los hombres, y a trvés de esta común alianza gobernarán la granja y al resto de los animales.
La Razón, tal como la concibe Platón, consiste en que el espíritu humano pueda elevarse a la dimensión del Bien y transmitirlo hacia sus semejantes. Esa preconización utópica puede encontrar su modelo ideal en el mundo de los caballos dotados de razón que crea Swift. Sin embargo, lo paradójico entre la interpretación y el mensaje del texto reposa en el componente antiutópico entre “lo que es” y “lo que no es”: siguiendo la tópica caballuna, este concepto último es equiparable con la realidad del ser humano, donde su naturaleza se rige por pasiones, sentimientos, virtudes y defectos.
Esta realidad humana queda plasmada en la antiutopía ejemplificada en la razón humana donde no existe tal: el mundo de los Houyhnhnms.
Orwell, retomando el análisis político-social dará interpretación al tema antiutópico y se relacionará con el relato de Gulliver con una única semejanza en el contexto semántico, primordial y fundacional para el equiparamiento de su novela con la de Swift: la temática de los animales que accionan, conviven y se desenvuelven como el hombre, o sea animales dotados igualmente de razón.
En dicho contexto, se destaca entre los animales de la “Granja Animal” el caballo de nombre Boxer. Contrariamente a los houyhnhnms, Boxer representa la tipología humana; es razonable en la misma medida que lo es una persona: tiene sentimientos, presteza e ingenuidad. Boxer representa aquí al hombre explotado por los mismos de su condición (animal, en este caso).
Aquí es justamente donde el relato de Rebelión en la granja enfoca el cuadro antiutópico, pero visto de una perspectiva totalmente contraria a Gulliver: la realidad humana enajenada a una comunidad de animales.
La cosmovisión social imperante es tomada por los dos relatos y mostrada mediante las dos tópicas caballunas, en acontecimientos donde el realismo fantástico toma la vanguardia de interpretación de lo real propiamente dicho; la antiutopía se interpola a modo de cumplir su función aleccionadora, denunciante de las falencias y la injusticia de todo orden social que surge como revolucionario de otro, para terminar concibiendo un orden tautológico, donde lo único que reforma es el transpaso del poder hacia otro grupo que antes carecía de él; una vez obtenido aquél, la misma corrupción y despotismo son ejecutados por estos nuevos amos, y si bien están acicalados con otras premisas, cumplen el mismo rol opresivo hacia los que están inmersos en el nuevo régimen.
La tensión antiutópica pone en evidencia el escepticismo hacia los regímenes sociopolíticos tanto de parte de Swift como de Orwell. En el primero, surge de manera satírica, pretendiendo mostrar la utopía platònica en una estructura social donde es totalmente innecesaria: el país de los caballos. Aquí lo que Swift pretende es demostrar al lector que para hacer realidad dicha utopía, es necesario buscarla en un mundo donde no existe, en un mundo no humano ni más ni menos: en una sociedad donde la razón es regida totalmente por el instinto animal y donde no existe ninguna clase de pasión terrenal, o sea razón humana.
Orwell, en cambio, denota una postura neomarxista, manifestando abiertamente su disconformidad hacia el régimen democrático capitalista, comprometiendo así su relato abiertamente con la situación mundial imperante (1945, año en que sale a la luz Rebelión en la granja). Pero la función martirizante, donde lo antiutópico muestra su faceta más nefasta en el accionar del imperialismo es en el sacrificio de Boxer, el caballo ingenuo de la Granja Animal. Boxer representa al hombre proletario, a la víctima directa de la lucha de clases por el control de los medios de producción, en donde estriba la finalidad de las premisas sinuosas en toda lucha de clases de parte de sus líderes: la obtención del poder de la forma más perniciosa, el engaño a las masas de la forma más totalitaria. Se puede reinterpretar en este relato el argumento de la revolución rusa de “Octubre”, y sus siniestras consecuencias del postrer régimen stalinista, con su consiguiente terror homicida y la defenestración del proletariado en ese “comunismo falso”. El alienado y mártir Boxer es la víctima directa del nuevo gobierno de Napoleón, el cerdo, en la Granja Animal.
Orwell pretende así reflejar el realismo imperialista, y se vale sólo de un cambio de roles: reviste la lucha de clases con formas animalescas y da el mensaje claro de la antiutopía: la razón humana única es la que existe.
Tanto en el país de los houyhnhnms como en la Granja Manor, el hombre es visto por la especie animal como un ser execrable, la especie más perversa de la Creación.
Es muy distinto, sin embargo, la función que éste desempeña en ambas novelas: el yahoo, encarnación del humano en el “Cuarto viaje de Gulliver”, es el prototipo del animal más repugnante, pero a la vez el más fuerte y resistente para los servicios que requieren los caballos. Éstos los utilizan justamente para las tareas en que en el mundo del hombre son utilizados los caballos. Swift manifiesta aquí la primera controversia que da origen a su visión antiutópica y a la vez coincidencia fundacional en que se remonta Orwell: la inversión de los roles animal-hombre y hombre-animal.
Pero la contundencia de lo no utópico se da simultáneamente con la evidente primer falacia de este “mundo ideal”: los houyhnhnms, al igual que los humanos, necesitan explotar a una clase inferior a ellos. Este nivel tensional entre “lo ideal” y “lo repugnable” se verá también en la tópica animal de Rebelión en la granja, donde la especie más inteligente terminará adaptando a su ideal de vida el ideal humano, traicionando así los Siete mandamientos del Animalismo, confeccionados por ellos después de la rebelión, y utilizando las leyes, acorde a la concepción victoriana: este punto de vista crítico se vislumbra claramente en el concepto de doble sentido del título del himno animal, Bestias de Inglaterra, ironizando así el régimen victoriano inglés.
Sobre la duplicidad animal-hombre y hombre-animal se da, al fin, el mensaje antiutópico de ambas novelas. La inverosimilitud de los dos relatos es el eje fundamental de lo verosímil antiutópico.
Podríamos ver claramente, si nos abocamos a la cuestión humanista y dejando de lado toda otra manifestación de seres vivos que cohabitan en el mundo, una visión clara de la razón antiutópico, una reafirmación de éste.
El ser humano se sirve de las otras especies y del humano mismo, es un ser viviente que domina y a la vez es dominado dentro de su género.
Darle razón humana, espíritu pasional a un ser inferior a la raza dominante (a un animal), lleva a la corrupción de su naturaleza. Swift y Orwell pretender demostrar así la realidad del hombre, y transvasando sus comportamientos en cuerpos animalescos, seres irracionales, cristalizan su hipótesis de la nulidad de las utopías.
Swift se vale de caballos que adoptan costumbres humanas, pero limitadas a las de supervivencia y la mera manutención de ellos. Deja de lado el componente pasional, o sea el espíritu que mueve todo accionar humano. De esta manera limita al espíritu humano, le quita su componente principal, su esencia misma. Reduce a la humanidad a un simple sistema instintivo y logra ratificar la afirmación de los houyhnhnms en su concepto de la mentira:”lo que no es”. El hombre llevado a la piel de un caballo no es hombre, es simplemente animal; así queda en Gulliver la utopía refutada por una demostración de esta misma.
La refutación de la utopía es el eje central que interpola a ambos autores, Swift y Orwell.
Orwell se limitará a darle razón humana a los animales, diferenciándose así con el relato de Gulliver donde Swift se la quita a los caballos. Vemos así en Rebelión en la granja el humanismo mimetizado en un animalismo fantástico, sin embargo la cuestión antiutópico es tan realista aquí como en Gulliver. La fantasía se limita a un cambio de razón y especies vivientes y refleja así la realidad humana más cruda. Orwell se limita a un cambio de roles en la naturaleza, pero sin alterar la especie humana, donde ésta queda en un segundo plano provisoriamente hasta el momento en que los cerdos comulgan con los hombres. Queda sellado así el pacto de corrupción del animal en pos de la posesión de razón pasional, razón humana literalmente.
A partir de que los animales deciden manejar un establecimiento de orígenes humanos y totalmente extrínseco a su inmanencia, cuando no obedecen a su instinto noble y no se disponen a su libre albedrío, quedan ya esclavizados en la función de dependencia, escalafones y leyes propias de la razón. La razón logró vencer al instinto desde el momento de la reunión en el granero donde los animales deciden la posesión de la granja. Sin saberlo, al prometer el rechazo a todo lo que tiene que ver con el humanismo, cometen la primera falta que altera su orden innato: crean una ley y pretenden ponerla en vigencia; a partir de esto ya son hombres sin saberlo.
La nueva condición humana reestablece sus pautas e impone el caosmos en el universo animal. Este “nuevo orden” es puramente el orden del hombre, y la conmiseración de los animales hasta el más bajo grado de impiedad y ambición. La utopía vuelve a ser rebatida esta vez por Orwell, la lección antiutópica muestra su resultado cuando quiso el autor de Rebelión en la granja demostrarlo mediante la práctica en una simple granja de animales.
Esta forma literaria de demostrar el fin de las utopías experimenta en las dos novelas a manera de una convivencia de igual a igual entre el hombre y el animal. La comunicación verbal está preestablecida en ambos, aquí ya vemos un quiebre en el orden natural. Podemos interpretar a partir de aquí el primer vestigio de corrupción en la especie irracional. De aquí en más, sólo será cuestión de tiempo, el tiempo que lleve la adopción y asimilación de las costumbres humanas, para llegar a la equiparación de capacidad entre hombres y animales.
En la instancia final, Gulliver se ve engañado, envuelto en ese falso mundo ideal de los caballos dotados de razón; Gulliver queda atrapado en la trampa utópica, su raciocinio entró en una quimera de la cual nunca podrá salir, al punto que a pesar de ser expulsado de la sociedad de los houyhnhnms, el ser rescatado por sus pares humanos y volver a la civilización, a sus seres queridos, se sumergirá en una misantropía absoluta y se rodeará de caballos, pensando tal vez que sólo a estos seres irracionalesles debe la consideración y el amor ya negado por él para siempre por él mismo hacia sus congéneres. Para Gulliver, los hombres seguirán siendo yahoos, la denominación que le dan al hombre los houyhnhnms.
El yahoo representa en el Cuarto viaje de Gulliver al hombre explotado y oprimido por la clase dominante, al ser humano reducido a la bestialidad por la dominación a la que está subyugado por sus iguales poderosos, por los dueños de los medios de producción.
La injusticia y la desigualdad sociales reducen al componente humano en racionalismo y enajenación, distribuidos de una manera para que el concepto de “yahoo”, defenestración humana que lleva al animalismo de este género, sea justificado. El devenir de un hombre en yahoo se justifica con los argumentos salvajizadores y esclavistas de la clase dirigente opresora , siendo así la justicia una prerrogativa arbitraria que siempre recae en manos de los poderosos, que la poseen y la imponen según su voluntad y conveniencia.
Indirectamente, vemos también en Orwell cómo impone a su manera el concepto de yahoo en su novela, que es representado por los animales que no son cerdos, y así igual sucede con la denominación “houyhnhnm” en los cerdos que dominan al resto de la granja.
Cabe destacar a Snowball, el cerdo honesto e idealista que pretende recuperar la causa de la revolución animal; vemos en él la personificación del líder revolucionario ruso León Trotsky, uno de los primeros personajes que combatió la contrarrevolución impuesta por Stalin, y que se vio obligado a exiliarse para no ser matado, de la misma forma que Snowball tiene que huir de la granja y así salvar su vida.
La ecuanimidad de las especies tiene ya libertad de pensamiento y accionar. La trampa utópica ya está tendida y con ella sobreviene el despotismo, la ambición y la explotación del hombre por los animales, manifestada por Swift, y la de los animales por ellos mismos, manifestada por Orwell.
Bibliografía
Swift, Jonathan: Los viajes de Gulliver, Cátedra
Orwell, George: Rebelión en la granja, Edit. Délmar
Platón: La República, Losada
1 comentario:
El análisis paralelo de las obras de Swift y Orwell y el vínculo con el pensamiento platoniano, contradice, en este excelente trabajo las palabras de Nietzche: "Las palabras son las corruptoras de los filósofos. los filósofos se debaten en las redes del lenguaje". Una tesis, breve y profunda. Para seguir pensando...
Alicia S. Gómez.
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