sábado, 26 de enero de 2008

POST MORTEM


Cecil

Escaleras
Como las sogas
Del cuero
Pelo de cuero amarillo,
Vidrios blancos
Que nunca llegan
A enrojecer muñecas.
-Opaco- seda cruzada
Sobre madera
Hacia la pantalla
Dentro de lo onírico
De la lujuria
_fantasías abstractas
Dentro de la real inconsciencia-
Visiones animadas
-espejismos dentro de mi sueño.
Allí, sus líneas están
Y quiebran lo voluptuoso
_blanca-suave-tibia
Sabe un gusto a delicia
Tibia, suave , blanca.


Diego Colombres



Es el ruido de
Tu inalcanzable
Partida
Allí, donde vestíbulos
Redondos
Reciben desde lo oscuro
La grata incertidumbre,
No conocer el rincón
Con el pequeño
Amarillo
Que resucita a la sombra.
Raíces
Que el alba esconde
Generosos pechos,
Como el calor
Allí dentro en el aire
Que hiela…
Como derretir una noche….

Mi gran acto

Mi gran acto
Ha venido a visitarme…
Invisible, se deja ver
Dentro de un hueco,
Refugio, frente de mí
Albergue de mi alma
La más amada por
Mi mente.
Se regocija, harta
Hasta el hastío
Del último haz
De luz que hay…
Y ahora,
Me pide la escena, sin piedad
Sin mirar
Y sin saber
¡Le da igual!
Acobardado, me acurruco
En este agujero
Compartido conmigo mismo.
Luz muerta,
Pero la oscuridad
Vuelve a ser herida
Ni oscuro mata claro
Y lo claro, siempre,
Deja ver sombra…
Allí se refugian
El uno al otro,
Así, me protejo
Y la amo sin morirme
Y la odio sin matarla…
Diego Colombres





Dibujos invisibles

Dibujos invisibles
Aire que sangra,
Frío y ardor
Que se penetran
Como peste negra.
Entradas del precipicio
Antro de la Desgracia
En lo más insondable
Lo inabordable
Donde la más pálida luz
De vela
Del último rito al Mal
Allí no alumbra.
Agujeros clausurados
Pestilencia cautiva
Huida por el vómito
Rojo del aire a la tierra,
Retorno al Abismo,
Peste…
Carne quemada
Fuego en las Mentes,
Cuerpo vivo
Y grita…




Entre las distancias
De mástil en mástil
Sobre las cúpulas,
Empalados
Cuales víctimas de la Valaquia
Príncipes desplumados,
Imaginaciones ensartadas
Mente puntiaguda,
Cruel., tortuosa.
Agónico final
Desahuciado,
Hacia resurrección
Nueva,
Disfrazada de blanco.
Llagas que cicatrizan
Hacia el suplicio próximo…
Ciudad fértil en filo,
Hierros acanalados
A los caminos
Del Infierno oculto
Refugio de los alaridos
Clamores para la benévola Muerte
Anhelada
Como paraíso
Verde oscuro
Del alivio
Abajo sigo
y siguen mientras
caminando.
“Agonía”
Diego Colombres



Desde estos retazos
De vida
Sobre el techo invisible
Aquí, ya, navegando
Sobre los umbrales de la memoria,
Del conocimiento
Del futuro
Del tiempo sin reloj
Ni calendario,
Puertos de momentos
De mareas dulces
Agua amarga
Marea roja
Azul…
El olvido superficial
Que yace en la semilla
Debajo del océano
Enterrada
Un gran ataúd
Tumbas del espacio.
Nacen así,
Giran
Licuan instante a instante
Que vuelven por los pies,
Engranajes de un reloj infinito.
Allí, en la tranquilidad de su compañía,
Refugio del alma
Hay mucho de ella en cada espacio,
El tiempo no existe
Y ella sigue siendo
Poseída en algún momento
De nuestras vidas.

“Tiempo” Diego Colombres





Escóndete

Escóndete de mí…
Borra tu rostro
Lee con la luz oscura
Lo más claro de tu refugio
Cuídate para cuidarme,
Hay sal sobre las cicatrices,
Heridas de haber sido cerradas.
Huye, que yo
Con el filo invisible del cuchillo
Dibujo la tinta
De los momentos fantasmas.
Escucha las voces mudas
Los gestos mancos
El transitar, sin pies
Y sin muletas.
Arrebata los reflejos,
Sobre el fulgor cortante
De mis pupilas de acero,
Clávamelos en el alma
Ábrela, aquí estás a salvo.
Mi sangre, es para ti
Agua
Y en mi espíritu
Siempre
Encontrarás alimento.

Diego Colombres


Voces

Mezclas de fragmentos
Frases que se aparean,
Dan a luz curiosos discursos
Grito que prolonga
Los ecos
Más allá de las cavernas del allá
Mas donde el Bien y el Mal
Cuecen, hoguera voladora,
Ciegas se esparcen
Entre túneles bajo el agua,
Humo del mar
Hundimiento de una ciudad,
Bañada en Luna
O estrellas opacas,
Carbón blanco,
Muralla de violada puerta,
Libre la voz, huyendo,
Millones de refugios,
Tumbas abiertas…
Diego Colombres







Tormento

Es su presencia
cruel
que me tortura
con sensualidad de sal
en mis surcos,
mi alegría agónica
y el gemido
que condena la sangre
Hasta la huida…

II

Es tu presencia,
Cruel mujer que
Torturas mi alegría
Con sensualidad de sal
En mis surcos,
Mi alegría agónica
Y tu gemido
Que atormenta mi sangre
Hasta la huida …

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Poesía exquisita. Metáforas que dan lugar al lector a múltiples reinterpretaciones. Sin embargo, claro mensaje del sentimiento amor-dolor.
Alicia S. Gómez

Anónimo dijo...

Hermoso poema!!!!
Aaaahhh, y hermoso el comentario que me dejó en el blog. Lo espero mañana (como todos los viernes) en Maldita Ginebra, en lo de Zenón, en Avenida Corrientes 3416,a las 23:30,
un abrazo poético,
Dulce Soledad Suárez