sábado, 10 de octubre de 2015

En una cumbre en llamas
donde el sol se acurruca, temeroso, pequeño e inocente…
sobre el carbón de un lapacho mártir, huye hacia el precipicio
de mi memoria desolada…
balanceándose en un halo de Luna en una roca resucitada, desconocida.
Triángulo de fuego , se esfuerza resistiendo a la infinita Noche,
imperada por la negrura acribillada en luces.
Sólo un fragmento de su alma aún tibia ,
reposa sobre los dibujos en la altura de lo olvidado,
nada más un pobre respalndor agonizando
muere en paz, sin aviso y sin acordarse,
sólo se dispersa, sereno.
En el aire, donde la vida se arrulla en la deriva invisible.

Libre y sabio…

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