Cuando salga del hormiguero ,
el árbol será un dios
coloso inalcanzable.
En mi lento paso
esquivaré tropezando los terrones y las piedras desgranadas,
mi cráneo será
petrificado por el aire que me aplaste
y en vano me entierre.
Si quedase el vidrio
amarillento sobre un cuenco vacio,
no dejare de aletear,
furioso, hasta que la rama sea mi cumbre eterna...
Asi sea que el sol se
rinda a mis ojos de naufragio
y sea yo
fuego que entibie al
Lobo y que incendie la luna muerta...
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