el mar se vuelva lava que nos santifique
los cuerpos que arden secretos en la niebla.
y agua bendita se torne vino y embriague a los santos,
Sorprenda tu sombra , nube plomiza o
eclipse de mi locura que logró derrotar el día,
ofrendas a la Santa Luna Roja
sumergida en nuestra pureza condenada de humanos...
Son espíritus que resplandecen y hablan con truenos,
llegan a comulgar conmigo bajo tu tormenta inexpugnable
y rebelada a todo orden de lo Luminoso...
y tú que llegas, tú que vienes a darme de beber,
un grial profano de sangre dulce y piel caliente...
hasta los huesos que humeen eternos .
No hay comentarios:
Publicar un comentario