jueves, 5 de agosto de 2021

 corriendo fantasmas por el techo,

rugiendo las embestidas que contra el vacío
necesito darme para volver a morir y vomitar
una y otra vez la versión más escabrosa de mi yo.
he dado todo lo que llegué poder entregar, guardando mi cuota
de sangre para renacer en el último segundo...
para no morir muriendo, sólo dormir resucitando
en los enacantos de las cuevas solitarias,
del hombre extraviado que al final del túnel busca la Luna,
llanto quebrado de hastío y de alivio lento...
un bajar precipitado por las colinas del pensamiento,
hacia la planicie donde el pecho ríe o se vuelve melancólico,
donde las presas son sólo alimento del instinto,
allá donde no existe dios ni castigo ni Diablo ni Infierno,
sólo fuego y sed...

No hay comentarios: