Cabalga mi madre niña castigando el horizonte
de los ojos heridos sangrando
lienzo de mi carne purificada
negra imagen, paisaje invisible de la Noche
donde ella surge como una débil brasa
a tiempo llevada al pasto amarillento
de mi monte resecando.
La tarde muere sobre mi alma cansada
que echa a dormir arrullada
en tu piel ardiente,hoguera de Dios lujurioso.
Cuerpo virgen de vida eterna prisionera,
ahogado, hundido y muerto en la quietud lejana,
fosforecente en la nada, perdido para siempre...
No hay comentarios:
Publicar un comentario