sábado, 21 de mayo de 2011

Rompió la quietud de todo sonido
quizá haya en su grito mudo un matado corazón inerte,
como las casas vacías que la vida arrastra
sobre el océano del tiempo.
Voces, voces y voces infinitas
sobre los tímpanos que sangran de tanta tortura esclava.
Sin embargo tienes tú un alojado furtivo
hurtado a todo rincón de piedra desnuda,
a los árboles que secos
se transforman en gladiadores invencibles
a la vista herida de tanto horizonte viejo…
Será posible que la vida sea una frágil construcción
de Dios que juega cruel y bondadoso a Existir ,
necesitará de un cielo infinitamente enrejado
para seguir danzando sobre la visión del Mundo,
luz tenebrosa
que reluce fuego de lo que abrasó hace un segundo
como espacio reconocido en vacío de soledades
y abundante en lluvia de ecos,
Alma fugitiva de las palabras inmortales.

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