La Muerte acecha
buitre verdugo
ciñendo su corona en mi cabeza.
Muerte, aguardá a la felicidad
que se adelante a tu llegada.
Muerte, no le pidas a la Vida
que a vos me entregue
¡tengo que hacer el amor con Ella!
No te metas en mi cama
¡porque allá la Vida dibuja sus cuadros más bellos!
Escuchame, y huí,
hasta el día que te llame
con la reconocida voz de mi gatillo.
Muerte: esperame algunos años
dejá que decida yo nuestra cita .
Ya que Vos te arrebatás todo lo que amo
con el perverso fin sólo de seducirme,
Muerte maldita Muerte
¡Yo seré quien decida nuestro encuentro!
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