sábado, 12 de julio de 2014

Una gota de sebo queda,
corre desde el cuello hasta la madera
escultura  del pensamiento y el vino.
Los rojos del tinto tiñen el papel arrugado,
El poeta debe elegir entre el licor o la tinta,
bolsillos vacíos que llenarán las cátedras ,
enriquecerán a los críticos y a las imprentas.
Pero estás condenado a no entrar en esta tierra,
Eres Moisés…y tus tablas son grabadas con azufre…
Escritas con sangre, robadas, perdidas.
Las noche está  a punto, larga vida le queda hasta que la hiera el albor.
Cae el cabo negro de esa vela dentro de la jarra…
Y cuando tu mesa queda desierta de luz,
Surge el fuego en el viejo papel…y escribes,

hasta morirte .

No hay comentarios: