No.
No son tiznes de un cielo lacerado
Por el filo de un soñar elevado en grito tras los
cristales
Es la furia mía que provoca a una gaviota
embravecida
cortar con sus alas esa quietud nocturna que
aterrorizó un monte virgen…
Es mirar a través de un cuenco de cráneo en un campo
raso ,
en un viejo lugar de cañones y batallas cuerpo a
cuerpo,
espiar esa muerte que cosechaba sus frutos
sin vislumbres
de bandos, ideas
o amores u
odios…
Es la vista que erotiza todo lo vivo
y lo atraviesa
en placeres poderosos
es la piel que predica sed y clama por empaparse
en mares extraños que la naufraguen en lo eterno,
bebiendo su sal en la noche, párpados del sol,
lágrimas del viejo cráneo que sigue y sigue…
No hay comentarios:
Publicar un comentario