Sobre un cielo encerrado dentro de una làgrima,
la Luna , como una rueda que me conduce,
naufragando entre el azul y el cristal amarillento,
voces totalmente enredadas que sòlo me asesinan los segundos a cada palmo que mi silencio golpea furioso
su frente tan llena de crepusculos intermitentes.
si la làgrima se abre y suelta un oceano indescifrable de palabras
que se retuercen y la Luna ya es de piel
y gritos que arden,
si mis manos alguna vez se han hundido en ese fuego ...
pero brasas,
sobre mis labios que allí duermen, allì corren, allì ...
allì ayer, aquì se quiebran hoy y sangran solos...
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