El crujir solitario de mis huesos me despiertan
En medio de la noche acribillada de luces,
brotada en el
firmamento negro con aviones que desafían el ocaso de mi sueño,
Pero son sólo los ruidos de tacos y suelas de goma
Los que me dicen que suelo despertar en medio de una resaca
indefinida
En medio de la madrugada y con los latidos
Que azotan mis carnes como avisando que la cruz espera para
quizá no resucitar,
Como si un ladrón de Pasolini quiera huir a su destino de
dientes agónicos,
Como si los ojos del arcángel
niña sean invadidos por un hombre calvo que se casa con la
pureza desnuda.
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO, PIER PAOLO PASOLINI.
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