jueves, 23 de septiembre de 2010


…y es que la Noche
acaso ya abrumada de soles apagados
busca exhalar su última extinción
resucitar omnipotente entre los últimos
resplandores del fuego moribundo.
Acaso la Noche se ha cubierto de lágrimas
y si la tormenta no descarga su pena,
Ella, sin saberlo no podrá ver los leños
Ella no vislumbrará la chispa remota
atisbando en su cuerpo de Niña,
y serán así Noche y Tierra,
consumiéndose ambos en sus Infiernos helados,
hasta estallar la primera, cayendo
gota rebelada que incendie
convertiendo los fuegos muertos
de dos Almas que se abrazan, rompiéndose
en el Paraíso Negro de sus jardines subterráneos.

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